Las pandillas
juveniles y la apropiación que hacen del espacio: ¿Cómo surgen las pandillas juveniles
en un barrio de Aguascalientes?
Antecedentes
La presente problemática de estudio propone una
forma distinta de abordar los acontecimientos sociales, ya que la intención es
manifestar el uso de una metodología muy relevante propuesta por Hugo Zemelman
y Enrique de la Garza Toledo; es otro enfoque que nos permite investigar desde
las ciencias sociales el actuar de los sujetos, donde se incluye el contexto
social e histórico en el que los sujetos interactúan con su realidad.
La metodología de la reconstrucción articulada,
nos permite aproximarnos a la realidad desde un ángulo distinto, es tratar de
adentrarse en el comportamiento social sin partir estrictamente del discurso teórico
que ha dado explicación del fenómeno, sino encontrar nuevas formas de nombrar o
tratar de ir reconstruyendo, repensando y reelaborando el modo en el que se ha
comprendido lo social en la realidad; es decir, se pretende ser críticos ante nuestras propias formas de ver lo “dado”, poner
en el tintero esa capacidad de concebir el mundo social, la vida cotidiana o el
comportamiento humano, es el no someter la realidad a los metarrelatos porque
la realidad vista desde una perspectiva marxista se encuentra en procesos de
cambio dialécticos, ya que se dan momentos en los que la teoría está desfasada
de una temporalidad y un espacio, enfrentándonos a situaciones sociales que
exponen diversidad, asombro y transformación en su acontecer que requieren ser
abordados con concepciones distintas.
El pensamiento que manifiesta esta metodología es
que la realidad no debe ser sometida a la teoría, puesto que existen ocasiones
en las que se pretende dar por sentado el desarrollo de los fenómenos sociales
a través de lo ya “establecido” al respecto; pero como mencione anteriormente
esto no es del todo posible porque para las ciencias sociales, su objeto de
estudio, el ser humano; se modifica, propone, actúa y por consiguiente produce
una realidad que no es estática todo lo contrario, se crean situaciones en las
que se están dando sucesos de cierto impacto social.
Haciendo uso de la metodología ya mencionada,
trataré de abordar el tema de las pandillas juveniles, con la intención de
desarrollar este proceso de investigación ante esta temática de investigación.
A las agrupaciones pandilleras citó a Francisco
Cevallos, atribuirles todo acto delictivo violento y hasta criminal es una
ecuación fáctica cuando se trata de generar la explicación (rápida y simplista)
que la sociedad requiere. Sin embargo, ya en una opinión personal considero
que existen aspectos relevantes que cuestionar más allá de esto, creo que este
fenómeno social cuenta con tantos matices que serían oportunos investigar y
generar nuevas formas de explicar estos sucesos. Es decir, existen subjetividades que se manifiestan
tan diversamente que no entran en la racionalidad con la que se pretende explicar los actos sociales; ya que las pandillas juveniles hacen
representaciones ideológicas, simbólicas y culturales de sus estilos de vida y
su vida cotidiana, aconteceres que no encajan en una racionalidad encaminada al
delinquir, es oportuno entender el trasfondo de sus actos e intentar
estudiarlos. Ya que al hablar de pandillas, se les relaciona con violencia,
crimen y delincuencia pero es interesante indagar; sí son realmente estos
aspectos los que determinan la subsistencia de las pandillas y sí es así como
se articulan estas prácticas para la creación de las pandillas, ejerciendo una
actividad que los estigmatice.
Es por ello que dicha metodología de la reconstrucción,
me posibilitará cuestionarme desde otra perspectiva el surgimiento de las
pandillas juveniles; y aunque ya existan varios supuestos al respecto pretendo analizar,
la forma en la que se cran y organizan, las distintas prácticas que realizan y las
manifestaciones tradicionales, culturales e históricas que se integran en este
grupo urbano.
Planteamiento
del problema
La condición de ser joven muchas veces ya es una
estigmatización, para una sociedad que nos consideran sin criterio, con poca
experiencia e “inmaduros”; se piensa que nuestro actuar no tiene sentido y
nuestros errores son equivalentes a nuestra edad y condiciones. Pero existen
formas de abordar esta realidad que nos permitan, descubrir otro tipo de
explicación ante estas conductas y prácticas que llevan a cabo estos grupos
sociales.
La violencia ha sido uno de los elementos
directamente relacionados con el actuar, de las pandillas juveniles se han
propuesto maneras de combatir estos actos, pero no han sido del todo acertadas.
En estos últimos años, la violencia social ha pasado
a ser considerada uno de los más graves problemas sociales.(Salomón, 1999:10)
Se vuelve una problemática al analizar los índices
de delincuencia en el Estado, además este tipo de prácticas van en aumento y
por lo visto se tienen pensamientos autoritarios y dictadores por parte de la
seguridad pública para resolver estas dificultades.
Es decir, el espectáculo noticioso así como genera y
(re)produce violencia, también puede generar, y lo ha hecho, estereotipos
sociales: ser joven, pobre y llevar una vestimenta sui géneris, provocan no
sólo sospecha, sino también juicios. (Tejada, 2002:115)
Es fundamental por esto entender una realidad que
nos acontece afuera y es transcendental indagar su desarrollo y manifestaciones
tan diversas; las concepciones citadas anteriormente son algunas situaciones
planteadas por la teoría, sin embargo como nos propone la metodología de la
reconstrucción articulada, es ir a lo concreto y definir conceptos que nos
permitan tipificar actos que aún no han sido descritos del todo en la teoría;
al enfrentarnos a una realidad que esta provista de una espacialidad y
temporalidad que difiere en lo ya estipulado por la teoría.
Esa percepción del fenómeno de la delincuencia
juvenil, exclusivamente desde la óptica de la seguridad ciudadana, no deja de
constituirse en un problema de la agresividad y la violencia de los
adolescentes al área de la seguridad, significa creer que el problema puede
dejarse en manos de alguien con la suficiente fuerza para aplicar control
social y que la sociedad como tal puede eludir su responsabilidad (Villanueva,
1998) citado por (Salomón, 1999: 19).
Objetivos que
persigue la investigación
El propósito de esta investigación “el surgimiento
de las pandillas juveniles en barrios de Aguascalientes”, es hacer aplicable la
metodología de la reconstrucción articulada que parte de un discurso distinto
desarrollado por Hugo Zemelman y Enrique de la Garza; dicha metodología propone
partir de lo concreto-abstracto-concreto, es decir, se refiere a la
reconstrucción de la teoría, considerar que la realidad se transforma,
encontrar las contradicciones dadas en los procesos en los que actúan los
sujetos; se parte de la realidad o lo empírico (concreto) para después integrar
la teoría, conceptos y pensamientos sustentados de una postura teórica
(abstracto), para luego adentrarse a una realidad ya ordenada (concreto
pensado).
La presencia de las pandillas en los barrios es
visible, pero sus interacciones, los lugares de reunión, actos de iniciación,
la idiosincrasia que los hizo reunirse, las relaciones sociales que entablan,
las convicciones y opiniones que los caracterizan son aspectos muy importantes
de estudiar para esta investigación. Pretendo descubrir cuáles fueron las
razones por las que estos grupos se crean, permanecen y se recrean a pesar de
las transformaciones que presenta la sociedad.
Las preguntas de
la investigación
La pregunta central de esta investigación es ¿Cómo
surgen las pandillas juveniles en un barrio en Aguascalientes?, pero detrás de
esta interrogante se derivan un conjunto cuestiones que me ayudarán a
esclarecer el tema de investigación, ya que los procesos por medio de los
cuales se comienza a dar forma a una investigación en muchas ocasiones
requieren de reestudiarse y re cuestionarse la pregunta inicial. Por estos
motivos algunas de mis inquietudes respecto a esta temática son ¿Cómo se
articulan los sujetos para organizarse y crear las pandillas?, es decir, porque
proceso se adentran para llevar a cabo esa decisión, sí es que ellos deciden
entrar o ¿existen situaciones en las que el sector familiar, escolar, social
los incite a integrarse a estos grupos sociales? ¿Cómo se hacen participes y se
apropian del espacio o cuáles son sus intereses respecto al barrio en el que
viven?
Ya que existen concepciones que pueden responder a
esta pregunta, como lo es…la búsqueda inalcanzable de la sociedad de ser
propietaria de algo; “necesidades” que llevan, en muchos casos (juveniles), a
la apropiación incluso violenta de los espacios públicos; quizá como único
lugar del que se puede ser propietario y que brinde una adscripción
identitarios; o “como un proceso de conquista de espacios urbanos que se
expresa en una lucha por la autonomía de la vida cotidiana” (Feixa, 2000)
citado por (Tejada, 2002:116)
Aun así esto es lo que nos menciona la teoría,
pero es esencial arribar a la realidad, colocarnos frente a lo observable, las
prácticas que se dan en esos escenarios del barrio, captar el actuar de los
pandilleros y buscar formas que nos permitan explicar y tipificar desde una
postura fenomenológica, antropológica, sociológica o desde otra disciplina de
las ciencias sociales lo observado; ya que todo lo visto se deriva de la
subjetividad de quien observa, es decir, el objeto no existe sin el sujeto y la
metodología de la reconstrucción articulada hace énfasis en esta idea.
Estas preguntas solo son algunas que me inquietan
resolver, pero a medida que la investigación tome un proceso y una formación,
la realidad se volverá más reveladora y surgirán nuevas interrogantes que se
deberán ordenar, para llegar al concreto pensado.
La justificación
del estudio
La violencia de pronto no sea un tema nuevo, pero si
lo es sus formas tan sorprendentes, diversas y expresivas en las que se
practica. Una de ellas es la denominada violencia juvenil que en la modernidad
se ha abordado como tema de investigación, pero que requiere de un estudio
constante sobre este fenómeno. Las pandillas juveniles, presentan la violencia
como un elemento clave que los caracteriza siendo en este el elemento,
justificante de su conducta y de su existencia en la sociedad; aun así el
presente planteamiento de esta problemática propone una metodología distinta
para abordar la temática, pero también una interrogante que posibilitará captar
no las prácticas que realizan las pandillas, ni su nivel de violencia sino; la
forma en la que se originan, se crean y surgen estos grupos sociales, siendo
clave esta interrogante para conocer, el comportamiento que desempeñan las
pandillas ya formadas.
Puesto que es importante entender que la violencia
juvenil no podrá ser solucionada con respuestas fáciles –léase inmediatas ni de
corto plazo-, ni tampoco en la medida en que social y culturalmente se alteren
patrones propios (personales y colectivos) de conducta ética y estética: desde el
discurso duro, viril y autoritario, a las medidas represivas, reeducativas, rehabilitadoras,
reformadoras. (Tejada, 2002: 121)
Es conveniente comprender que la violencia pasa por
momentos históricos y no se vuelve estática, es decir, todo acto representativo
de violencia tiene una temporalidad y un espacio que analizar, llenos de
acontecimientos dolorosos, que causan temor e inseguridad en la sociedad que
vive estas experiencias; el propósito creo yo de toda investigación social y en
especial de ésta es comprender y explicar el alcance, impacto y sentido que
tienen el actuar de los pandilleros en un ambiente social con una determinada
cultura, con ciertas creencias, tradiciones y momentos históricos que al
desconocerlos, nos volvemos personas llenas de prejuicios, cerrados de
mentalidad y ortodoxos; evitando la posibilidad de explorar a través de este
tipo de información que proporciona las ciencias sociales, formas distintas de
vivir, es decir, la mayoría de las investigaciones se proponen el no desconocer
nuestro propio acontecer.
Puesto que el punto de partida de cualquier
reflexión metodológica sobre los sujetos sociales tiene que ser el
reconocimiento de la complejidad que reviste su consideración como simple
producto histórico, en razón de su naturaleza dinámica, la cual se manifiesta
en su constante despliegue en el tiempo. (Zemelman, 2000: 97)
Estrategias de
obtención de datos
A través de los artículos leídos para la orientación
teórica de esta propuesta para investigación, me sería conveniente recabar
relatos respecto a las dinámicas que se llevan a cabo en la vida cotidiana de
las pandillas juveniles. Una forma de describir este tipo de actos podría ser
usando la etnografía, en etnometodología se orienta a la descripción de la vida
cotidiana, pero tratando de observar la realidad, evitando hasta donde nuestro
criterio nos lo permite el hacer juicios de valor, aplicando la indiferencia
etnometodología; se parece a la propuesta de la reconstrucción articulada al
proponer buscar formas de describir la realidad como un espacio de
posibilidades de actuar para los sujetos sociales, y no tratar de ajustar la
teoría a la realidad, sino dar oportunidad a reformular los conceptos teóricos,
rompiendo así con los modelos.
La entrevista considero que es un instrumento que me
permitirá el recolectar información de algunos pandilleros, es decir, Enrique
de la Garza en la lectura “La Entrevista y el Cuestionario”, nos hace explicito
algunas ventajas y desventajas tanto de la entrevista como del cuestionario;
aunque también parte de la relación sujeto-objeto para mencionar el propósito
que tiene cada instrumento.
Por lo cual la entrevista sería un instrumento útil
para recabar algunos datos para esta investigación; elijo este instrumento
porque su contenido puede ser muy valioso a la hora de entender ese proceso de
creación de las pandillas. He interactuado no directamente con grupos que se
consideran pandilleros en zonas cercanas a la colonia en donde vivo, pero he
observado vagamente los lugares en los que se reúnen, algunas de las prácticas
que realizan pero todo en la lejanía, porque sería muy inoportuno arremeter
contra sus círculos de reunión y alteraría sus vida cotidiana; por estas
observaciones es cómo surge en mi ese interés por entender este tipo de
fenómeno social, es decir, según la concepción de la realidad que me ha
acontecido referente a las pandillas juveniles, es como me planteo este
instrumento a utilizar.
Conceptos que
guiaran la observación
La juventud es otro de los conceptos que me
posibilitará orientar mis observaciones, para comparar y encontrar nuevas
manifestaciones que difieran o coincidan según sea el caso, a la siguiente
definición.
La juventud exige actoría en lo político, en lo
público, en lo privado y en lo íntimo; reclama airosamente los espacios que le
pertenecen. (Tejada, 2002: 121)
El barrio, puede ser definido desde varias
perspectivas teóricas pero para esta investigación retomo el concepto de Michel
De Certeau; él describe que el barrio puede entonces entenderse como esa porción
del espacio público en general (anónimo, para todo el mundo) donde se insinúa
poco a poco un espacio privado particularizado debido al uso práctico cotidiano
de este espacio. (De Certeau, 1999: 8)
Esta es solo una definición sobre el barrio, pues sé
que existen varios conceptos que puedo comparar, analizar y reconsiderar al
momento de aproximarme a la realidad tal y como lo postula la metodología de la
reconstrucción articulada. Esta definición del barrio me posibilitará, analizar
las características particulares del lugar que pienso observar, pero también remitirme
hacia el proceso en el que los sujetos se apropian de los espacios, es decir,
cómo un espacio privado se convierte en público o colectivo y los proceso que llevan
a esto.
El trato que se le ha dado a esta temática en las
ciencias sociales es muy interesante, es solo que este método es una propuesta
que difiere de otras metodologías al abordar la realidad, es decir, se rompe
con todo proceso de investigación ya conocido, una de estas diferencias es que
propone el no crear hipótesis y someter la investigación a una verificación de
la misma, sino a pensar al sujeto como creador de pensamientos y reflexiones
que tiene la noción de una historicidad y actúa en consecuencia.
Pensar la realidad cómo una posibilidad de
reconstruir los conceptos teóricos. Al observar la realidad, ser críticos y reconocer
la diversidad expuesta en la misma, no ver a la realidad cómo si lo visto ya se
haya explicado totalmente por la teoría y cómo si la realidad estuviera
desprovista de todo movimiento o dinamismo social. Es el adentrarse a observar
la realidad con el propósito de captar aconteceres aun no descritos o tratados,
el no creer en verdades absolutas que obstaculicen nuestra visión, sino dar
paso a explicar sucesos sociales que aún no han sido explicados por la teoría.
Todo ello es lo propuesto por la metodología de la reconstrucción articulada;
es por ello que en particular este tipo de método de investigación me es tan
interesante, porque propone romper con los modelos y explorar otras formas de
explicar lo social.
Bibliografía
Certeau, M. D. (1999). La invención de lo cotidiano.
México: Universidad Iberoamericana, ITESCO.
Salomón,
C. F. (1999). La delincuencia Juvenil en Honduras. CEDOH-ASDI.
Tejada,
F. C. (2002). Una mirada al nuevo enemigo social: las pandillas juveniles. Iconos.
Revista de Ciencias sociales, 114-122.
Zemelman,
H. (2000). Problemas antropológicos y utópicos del conocimiento .
México.: El colegio de México.