viernes, 13 de junio de 2014

Un planteamiento del problema usando la metodología de la reconstrucción articulada.

Las pandillas juveniles y la apropiación que hacen del espacio: ¿Cómo surgen las pandillas juveniles en un barrio de Aguascalientes?

Antecedentes


La presente problemática de estudio propone una forma distinta de abordar los acontecimientos sociales, ya que la intención es manifestar el uso de una metodología muy relevante propuesta por Hugo Zemelman y Enrique de la Garza Toledo; es otro enfoque que nos permite investigar desde las ciencias sociales el actuar de los sujetos, donde se incluye el contexto social e histórico en el que los sujetos interactúan con su realidad.
La metodología de la reconstrucción articulada, nos permite aproximarnos a la realidad desde un ángulo distinto, es tratar de adentrarse en el comportamiento social sin partir estrictamente del discurso teórico que ha dado explicación del fenómeno, sino encontrar nuevas formas de nombrar o tratar de ir reconstruyendo, repensando y reelaborando el modo en el que se ha comprendido lo social en la realidad; es decir, se pretende ser críticos ante nuestras propias formas de ver lo “dado”, poner en el tintero esa capacidad de concebir el mundo social, la vida cotidiana o el comportamiento humano, es el no someter la realidad a los metarrelatos porque la realidad vista desde una perspectiva marxista se encuentra en procesos de cambio dialécticos, ya que se dan momentos en los que la teoría está desfasada de una temporalidad y un espacio, enfrentándonos a situaciones sociales que exponen diversidad, asombro y transformación en su acontecer que requieren ser abordados con concepciones distintas.

El pensamiento que manifiesta esta metodología es que la realidad no debe ser sometida a la teoría, puesto que existen ocasiones en las que se pretende dar por sentado el desarrollo de los fenómenos sociales a través de lo ya “establecido” al respecto; pero como mencione anteriormente esto no es del todo posible porque para las ciencias sociales, su objeto de estudio, el ser humano; se modifica, propone, actúa y por consiguiente produce una realidad que no es estática todo lo contrario, se crean situaciones en las que se están dando sucesos de cierto impacto social.

Haciendo uso de la metodología ya mencionada, trataré de abordar el tema de las pandillas juveniles, con la intención de desarrollar este proceso de investigación ante esta temática de investigación.

A las agrupaciones pandilleras citó a Francisco Cevallos, atribuirles todo acto delictivo violento y hasta criminal es una ecuación fáctica cuando se trata de generar la explicación (rápida y simplista) que la sociedad requiere. Sin embargo, ya en una opinión personal considero que existen aspectos relevantes que cuestionar más allá de esto, creo que este fenómeno social cuenta con tantos matices que serían oportunos investigar y generar nuevas formas de explicar estos sucesos. Es decir, existen subjetividades que se manifiestan tan diversamente que no entran en la racionalidad con la que se pretende explicar los actos sociales; ya que las pandillas juveniles hacen representaciones ideológicas, simbólicas y culturales de sus estilos de vida y su vida cotidiana, aconteceres que no encajan en una racionalidad encaminada al delinquir, es oportuno entender el trasfondo de sus actos e intentar estudiarlos. Ya que al hablar de pandillas, se les relaciona con violencia, crimen y delincuencia pero es interesante indagar; sí son realmente estos aspectos los que determinan la subsistencia de las pandillas y sí es así como se articulan estas prácticas para la creación de las pandillas, ejerciendo una actividad que los estigmatice.

 
Es por ello que dicha metodología de la reconstrucción, me posibilitará cuestionarme desde otra perspectiva el surgimiento de las pandillas juveniles; y aunque ya existan varios supuestos al respecto pretendo analizar, la forma en la que se cran y organizan, las distintas prácticas que realizan y las manifestaciones tradicionales, culturales e históricas que se integran en este grupo urbano.

Planteamiento del problema

La condición de ser joven muchas veces ya es una estigmatización, para una sociedad que nos consideran sin criterio, con poca experiencia e “inmaduros”; se piensa que nuestro actuar no tiene sentido y nuestros errores son equivalentes a nuestra edad y condiciones. Pero existen formas de abordar esta realidad que nos permitan, descubrir otro tipo de explicación ante estas conductas y prácticas que llevan a cabo estos grupos sociales.
La violencia ha sido uno de los elementos directamente relacionados con el actuar, de las pandillas juveniles se han propuesto maneras de combatir estos actos, pero no han sido del todo acertadas.
En estos últimos años, la violencia social ha pasado a ser considerada uno de los más graves problemas sociales.(Salomón, 1999:10)
Se vuelve una problemática al analizar los índices de delincuencia en el Estado, además este tipo de prácticas van en aumento y por lo visto se tienen pensamientos autoritarios y dictadores por parte de la seguridad pública para resolver estas dificultades.

Es decir, el espectáculo noticioso así como genera y (re)produce violencia, también puede generar, y lo ha hecho, estereotipos sociales: ser joven, pobre y llevar una vestimenta sui géneris, provocan no sólo sospecha, sino también juicios. (Tejada, 2002:115)

Es fundamental por esto entender una realidad que nos acontece afuera y es transcendental indagar su desarrollo y manifestaciones tan diversas; las concepciones citadas anteriormente son algunas situaciones planteadas por la teoría, sin embargo como nos propone la metodología de la reconstrucción articulada, es ir a lo concreto y definir conceptos que nos permitan tipificar actos que aún no han sido descritos del todo en la teoría; al enfrentarnos a una realidad que esta provista de una espacialidad y temporalidad que difiere en lo ya estipulado por la teoría.
Esa percepción del fenómeno de la delincuencia juvenil, exclusivamente desde la óptica de la seguridad ciudadana, no deja de constituirse en un problema de la agresividad y la violencia de los adolescentes al área de la seguridad, significa creer que el problema puede dejarse en manos de alguien con la suficiente fuerza para aplicar control social y que la sociedad como tal puede eludir su responsabilidad (Villanueva, 1998) citado por (Salomón, 1999: 19).

Objetivos que persigue la investigación

El propósito de esta investigación “el surgimiento de las pandillas juveniles en barrios de Aguascalientes”, es hacer aplicable la metodología de la reconstrucción articulada que parte de un discurso distinto desarrollado por Hugo Zemelman y Enrique de la Garza; dicha metodología propone partir de lo concreto-abstracto-concreto, es decir, se refiere a la reconstrucción de la teoría, considerar que la realidad se transforma, encontrar las contradicciones dadas en los procesos en los que actúan los sujetos; se parte de la realidad o lo empírico (concreto) para después integrar la teoría, conceptos y pensamientos sustentados de una postura teórica (abstracto), para luego adentrarse a una realidad ya ordenada (concreto pensado).

La presencia de las pandillas en los barrios es visible, pero sus interacciones, los lugares de reunión, actos de iniciación, la idiosincrasia que los hizo reunirse, las relaciones sociales que entablan, las convicciones y opiniones que los caracterizan son aspectos muy importantes de estudiar para esta investigación. Pretendo descubrir cuáles fueron las razones por las que estos grupos se crean, permanecen y se recrean a pesar de las transformaciones que presenta la sociedad.

Las preguntas de la investigación

La pregunta central de esta investigación es ¿Cómo surgen las pandillas juveniles en un barrio en Aguascalientes?, pero detrás de esta interrogante se derivan un conjunto cuestiones que me ayudarán a esclarecer el tema de investigación, ya que los procesos por medio de los cuales se comienza a dar forma a una investigación en muchas ocasiones requieren de reestudiarse y re cuestionarse la pregunta inicial. Por estos motivos algunas de mis inquietudes respecto a esta temática son ¿Cómo se articulan los sujetos para organizarse y crear las pandillas?, es decir, porque proceso se adentran para llevar a cabo esa decisión, sí es que ellos deciden entrar o ¿existen situaciones en las que el sector familiar, escolar, social los incite a integrarse a estos grupos sociales? ¿Cómo se hacen participes y se apropian del espacio o cuáles son sus intereses respecto al barrio en el que viven?
Ya que existen concepciones que pueden responder a esta pregunta, como lo es…la búsqueda inalcanzable de la sociedad de ser propietaria de algo; “necesidades” que llevan, en muchos casos (juveniles), a la apropiación incluso violenta de los espacios públicos; quizá como único lugar del que se puede ser propietario y que brinde una adscripción identitarios; o “como un proceso de conquista de espacios urbanos que se expresa en una lucha por la autonomía de la vida cotidiana” (Feixa, 2000) citado por (Tejada, 2002:116)
Aun así esto es lo que nos menciona la teoría, pero es esencial arribar a la realidad, colocarnos frente a lo observable, las prácticas que se dan en esos escenarios del barrio, captar el actuar de los pandilleros y buscar formas que nos permitan explicar y tipificar desde una postura fenomenológica, antropológica, sociológica o desde otra disciplina de las ciencias sociales lo observado; ya que todo lo visto se deriva de la subjetividad de quien observa, es decir, el objeto no existe sin el sujeto y la metodología de la reconstrucción articulada hace énfasis en esta idea.

Estas preguntas solo son algunas que me inquietan resolver, pero a medida que la investigación tome un proceso y una formación, la realidad se volverá más reveladora y surgirán nuevas interrogantes que se deberán ordenar, para llegar al concreto pensado.

La justificación del estudio

La violencia de pronto no sea un tema nuevo, pero si lo es sus formas tan sorprendentes, diversas y expresivas en las que se practica. Una de ellas es la denominada violencia juvenil que en la modernidad se ha abordado como tema de investigación, pero que requiere de un estudio constante sobre este fenómeno. Las pandillas juveniles, presentan la violencia como un elemento clave que los caracteriza siendo en este el elemento, justificante de su conducta y de su existencia en la sociedad; aun así el presente planteamiento de esta problemática propone una metodología distinta para abordar la temática, pero también una interrogante que posibilitará captar no las prácticas que realizan las pandillas, ni su nivel de violencia sino; la forma en la que se originan, se crean y surgen estos grupos sociales, siendo clave esta interrogante para conocer, el comportamiento que desempeñan las pandillas ya formadas.

Puesto que es importante entender que la violencia juvenil no podrá ser solucionada con respuestas fáciles –léase inmediatas ni de corto plazo-, ni tampoco en la medida en que social y culturalmente se alteren patrones propios (personales y colectivos) de conducta ética y estética: desde el discurso duro, viril y autoritario, a las medidas represivas, reeducativas, rehabilitadoras, reformadoras. (Tejada, 2002: 121)

Es conveniente comprender que la violencia pasa por momentos históricos y no se vuelve estática, es decir, todo acto representativo de violencia tiene una temporalidad y un espacio que analizar, llenos de acontecimientos dolorosos, que causan temor e inseguridad en la sociedad que vive estas experiencias; el propósito creo yo de toda investigación social y en especial de ésta es comprender y explicar el alcance, impacto y sentido que tienen el actuar de los pandilleros en un ambiente social con una determinada cultura, con ciertas creencias, tradiciones y momentos históricos que al desconocerlos, nos volvemos personas llenas de prejuicios, cerrados de mentalidad y ortodoxos; evitando la posibilidad de explorar a través de este tipo de información que proporciona las ciencias sociales, formas distintas de vivir, es decir, la mayoría de las investigaciones se proponen el no desconocer nuestro propio acontecer.

Puesto que el punto de partida de cualquier reflexión metodológica sobre los sujetos sociales tiene que ser el reconocimiento de la complejidad que reviste su consideración como simple producto histórico, en razón de su naturaleza dinámica, la cual se manifiesta en su constante despliegue en el tiempo. (Zemelman, 2000: 97)

Estrategias de obtención de datos

A través de los artículos leídos para la orientación teórica de esta propuesta para investigación, me sería conveniente recabar relatos respecto a las dinámicas que se llevan a cabo en la vida cotidiana de las pandillas juveniles. Una forma de describir este tipo de actos podría ser usando la etnografía, en etnometodología se orienta a la descripción de la vida cotidiana, pero tratando de observar la realidad, evitando hasta donde nuestro criterio nos lo permite el hacer juicios de valor, aplicando la indiferencia etnometodología; se parece a la propuesta de la reconstrucción articulada al proponer buscar formas de describir la realidad como un espacio de posibilidades de actuar para los sujetos sociales, y no tratar de ajustar la teoría a la realidad, sino dar oportunidad a reformular los conceptos teóricos, rompiendo así con los modelos.
La entrevista considero que es un instrumento que me permitirá el recolectar información de algunos pandilleros, es decir, Enrique de la Garza en la lectura “La Entrevista y el Cuestionario”, nos hace explicito algunas ventajas y desventajas tanto de la entrevista como del cuestionario; aunque también parte de la relación sujeto-objeto para mencionar el propósito que tiene cada instrumento.
Por lo cual la entrevista sería un instrumento útil para recabar algunos datos para esta investigación; elijo este instrumento porque su contenido puede ser muy valioso a la hora de entender ese proceso de creación de las pandillas. He interactuado no directamente con grupos que se consideran pandilleros en zonas cercanas a la colonia en donde vivo, pero he observado vagamente los lugares en los que se reúnen, algunas de las prácticas que realizan pero todo en la lejanía, porque sería muy inoportuno arremeter contra sus círculos de reunión y alteraría sus vida cotidiana; por estas observaciones es cómo surge en mi ese interés por entender este tipo de fenómeno social, es decir, según la concepción de la realidad que me ha acontecido referente a las pandillas juveniles, es como me planteo este instrumento a utilizar. 
  
Conceptos que guiaran la observación

La observación que se hace de la realidad es una de las prácticas que requieren detalle y dedicación; es esta la razón por la que usaré el concepto de violencia para comparar las lo concreto con lo abstracto, ya que trataré en cierta forma definir lo que observo, retomo este concepto porque me he referido anteriormente a algunas  concepciones teóricas al respecto, es decir, al observar la convivencia entre los pandilleros, estableceré si dicha interacción es violenta según lo descrito por la teoría, pero reorganizando esos conceptos para aplicar la reconstrucción articulada, llegando a una realidad ordenada. La pandilla también es un concepto que pretendo,  redefinir o reestablecer al momento de observar la realidad, ya que existen varios supuestos teóricos al respecto en donde se les denomina como un conjunto de jóvenes violentos que están organizados; sin embargo lo que trata de hacer esta investigación es buscar el comportamiento que se expone en los distintos espacios de interacción, sus relaciones sociales y demás elementos que se deben reconstruir al analizar el acontecer del fenómeno social, considerando la temporalidad y el espacio en donde se desarrolla el fenómeno.


La juventud es otro de los conceptos que me posibilitará orientar mis observaciones, para comparar y encontrar nuevas manifestaciones que difieran o coincidan según sea el caso, a la siguiente definición.
La juventud exige actoría en lo político, en lo público, en lo privado y en lo íntimo; reclama airosamente los espacios que le pertenecen. (Tejada, 2002: 121)

El barrio, puede ser definido desde varias perspectivas teóricas pero para esta investigación retomo el concepto de Michel De Certeau; él describe que el barrio puede entonces entenderse como esa porción del espacio público en general (anónimo, para todo el mundo) donde se insinúa poco a poco un espacio privado particularizado debido al uso práctico cotidiano de este espacio. (De Certeau, 1999: 8)

Esta es solo una definición sobre el barrio, pues sé que existen varios conceptos que puedo comparar, analizar y reconsiderar al momento de aproximarme a la realidad tal y como lo postula la metodología de la reconstrucción articulada. Esta definición del barrio me posibilitará, analizar las características particulares del lugar que pienso observar, pero también remitirme hacia el proceso en el que los sujetos se apropian de los espacios, es decir, cómo un espacio privado se convierte en público o colectivo y los proceso que llevan a esto.

El trato que se le ha dado a esta temática en las ciencias sociales es muy interesante, es solo que este método es una propuesta que difiere de otras metodologías al abordar la realidad, es decir, se rompe con todo proceso de investigación ya conocido, una de estas diferencias es que propone el no crear hipótesis y someter la investigación a una verificación de la misma, sino a pensar al sujeto como creador de pensamientos y reflexiones que tiene la noción de una historicidad y actúa en consecuencia.

Pensar la realidad cómo una posibilidad de reconstruir los conceptos teóricos. Al observar la realidad, ser críticos y reconocer la diversidad expuesta en la misma, no ver a la realidad cómo si lo visto ya se haya explicado totalmente por la teoría y cómo si la realidad estuviera desprovista de todo movimiento o dinamismo social. Es el adentrarse a observar la realidad con el propósito de captar aconteceres aun no descritos o tratados, el no creer en verdades absolutas que obstaculicen nuestra visión, sino dar paso a explicar sucesos sociales que aún no han sido explicados por la teoría. Todo ello es lo propuesto por la metodología de la reconstrucción articulada; es por ello que en particular este tipo de método de investigación me es tan interesante, porque propone romper con los modelos y explorar otras formas de explicar lo social.
  

Bibliografía


Certeau, M. D. (1999). La invención de lo cotidiano. México: Universidad Iberoamericana, ITESCO.

Salomón, C. F. (1999). La delincuencia Juvenil en Honduras. CEDOH-ASDI.

Tejada, F. C. (2002). Una mirada al nuevo enemigo social: las pandillas juveniles. Iconos. Revista de Ciencias sociales, 114-122.

Zemelman, H. (2000). Problemas antropológicos y utópicos del conocimiento . México.: El colegio de México.

Yadira de Lira Gómez.

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